jueves, 16 de agosto de 2012

Importancia del disfraz en los niños


Disfrazarse, juego dramático por excelencia, les permite a los niños recrear el mundo que los rodea, ponerle movimiento e imagen a sus fantasías y al mismo tiempo, expresar sus sentimientos y emociones.
Si el juego infantil es, como dice Margaret Lowenfeld, autora una de las “Biblias” de los jardines de infantes, “la expresión de la relación del niño con la totalidad de la vida”, el juego dramático es uno de los caminos más directos. Basta con vestirse “como mamá o papá” para hablar como ellos, retar como ellos, moverse como ellos. ¿Hay algo más liberador?
A través del juego dramático los niños expresan sus emociones, sentimientos y necesidades. Si tu hijo o hija juegan al papá o la mamá, aprovecha esa oportunidad única para saber cómo te ve. Como alguien que sólo da órdenes o como alguien que charla relajadamente, como alguien simpático que saluda a todos o como alguien que siempre está apurado.


Como ninguna otra actividad, el disfrazarse y dramatizar favorece el desarrollo social y emocional al intercambiar ideas, compartir, dar y recibir, apoyarse mutuamente, reír entre todos.

Si tu hijo nunca se disfrazó:
  • Sepárale en  una caja ropa tuya y de tu marido que ya no usen.
  • No olvides de incluir zapatos a los chicos les encanta ponerse los zapatos de los grandes.
  • Pídele a alguna abuela si todavía guarda algún sombrero.
  • Busca también alguna cartera o maletín, y también bijouterie.
  • No impongas reglas, la riqueza de la dramatización en los niños se basa en la espontaneidad.
  • Disfrázate tú también pero de niño y dramatiza alguna actitud que tiene habitualmente tu niño.
  • Si es un chico caprichoso, actúa algún capricho que haya tenido recientemente. Verás que los vecinos escucharán sus risas. Aunque todavía no lo pueda hacer a nivel consciente, el chico-espectador, verá lo ridículos que son los caprichos.
  • Si están jugando tu hijo y tú solos, llévalo a la cocina y dile que prepare la merienda. (Puede ser una versión de agua y galletitas, para evitar calentar algo en el fuego).
  • Si va cambiando de personaje rápidamente, no le digas nada. Esto significa que tu hijo tiene una gran riqueza de estímulos.